jueves, 10 de noviembre de 2011

El inevitable suspiro de la nostalgia



      Cuando la banda entona el último compás de la Marcha Real, un suspiro pasa por los adentros del alma del soleano que hiela la sangre por el temor de enfrentarse al vacío del día después...Así son los sábados santos, que aunque para los soleanos siempre fue de Gloria, es el día más triste del año. Pues este año ha sido doble esa sensación nostálgica que dejan las puertas cerradas de San Gregorio, el calor de la bulla en las calles, y ¿por qué no? la copa de la convivencia en la mismísima plazoleta, ¡Cuánto cuesta abandonar esta plaza!...



       El fajín de Su Majestad ha pasado de estar en el Palacio de la Zarzuela o el Palacio de Oriente, en Madrid, en su armario junto a quizás los uniformes del Rey de España, a estar en las vitrinas del museo de la Hermandad de la Soledad de Alcalá del Río, aguardando para la posteridad salir de ellas algún que otro Viernes del año para ceñir la cintura de Su Nueva Dueña, otra Reina, pero divina, no humana. ¡Todo es poco para la Madre de Dios! y los hombres estamos en este mundo para honrala al menos con los honores recibidos en la vida, que es el mejor de los regalos de Dios nuestro Padre.


        ¿No se os encoje el estómago con cada marcha que la banda de Gerena dedicó a Nuestra Señora? ¿Y los vellos de punta con el recuerdo de cada chicotá de ensueño de sus hijos Costaleros? ¿Y las petaladas? ¿Y las revirás? ...Todo pasa, pero todo queda, como dijo el poeta...y más cuando el resultado es la satisfacción, y el Amor su causa.


         Todo vuelve al lugar de descanso a la espera de que un nuevo acontecimiento devuelva a su sitio cada pendón, cada colgadura, cada candelabro,..., porque el sitio de cada cosa es el lugar para el que fue concebido: un farol, para alumbrar el manto; una flor, para perfumar el paso; una marcha, para acompañar el caminar...

       Pero esta vez es especial, además de limpiar plata, quitar cera y guardar y guardar en cajones y armarios cada testigo mudo de otro momento histórico, se están retirando cientos y cientos, ¡miles! de pétalos. Del paso, de las jarras, de los candelabros y faroles, de su manto... Pétalos y pétalos que se resisten a abandonar el remolino de viento de la puerta ojival y que mientras desaparecen y no, nos recuerdan una y otra vez aquella jornada inolvidable en la que Alcalá del Río volvió a ser testigo de la Gloria de la Virgen de los Dolores en su Soledad Coronada.



3 comentarios:

  1. Preciosa esta entrada de vuestro gran blog, del cuál me acabo de registrar como seguidor. Me ha encantado. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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  2. MUY BONITA LA ENTRADA Y MUY FINA LA SENSIBILIDAD DE LOS BLOGEROS PARA DEJAR CONSTANCIA DE ESE SOPLO DE AIRE QUE NOS LLENO DE ALEGRÍA PARA CERRAR EL MES DE OCTUBRE. ELLA ES ASI CON NOSOTROS SUS HIJOS, ELLA SIEMPRE REGALA, ELLA SIEMPRE DA SATISFACCIONES, ELLA...SIEMPRE Y ELLA Y SOLAMENTE ELLA.

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  3. he querido dejar un comentario,pero me ha sido imposible pues tras leer el de era, me he quedado muda,sin palabras pues con su comentario lo ha dicho todo. ELLA ....SIEMPRE ELLA Y SOLAMENTE ELLA

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